El Consumo De La Carne De Gato
Autor: CarlosLa crueldad es la fuerza de los cobardes. Proverbio árabe.
Increíble pero cierto, que hay seres humanos que mantienen todavía un instinto animal, y lo demuestran con el consumo de la carne de gatos, en donde para muchos constituye una mascota doméstica.
Lo aberrante, poco aceptado es la forma como se sacrifica al animal, con golpes, y muchas veces sacrificados de una forma que deja mucho que decir, sin importarle el sufrimiento del animal, sobre todo cuando le quita su piel para comercializarla en abrigos.
Wikipedia sobre este duro tema, expone, que algunas culturas asiáticas han consumido carne de gato de forma esporádica, como en el sur de China (Provincia de Guangdong) y en el norte de Vietnam, bien como alimento (son muy populares las albóndigas de gato) o como remedio medicinal, la carne de gato se cuece en Corea para elaborar un caldo tónico que según creencia popular es remedio contra la neuralgia y la artritis.
Se señala, que tradicionalmente, en Europa, el gato se ha considerado como un alimento de gente pobre y clases bajas,"Los avarientos, del gato nada estiman tanto como la piel; la carne no la come sino algún pobrete desdichado; pero los pellejos toman para guardar en ellos sus doblones" (fray Hernando de Santiago, Consideraciones sobre todos los Evangelios, Valladolid, 1606). Dando lugar a expresiones como "pelagatos" para referirse a quien no tiene bienes
Existen en España casos de empleo de la carne de gato en la activación artificial de la fermentación de algunos vinos, estas actividades dieron lugar a la expresión: "vino con gato" típica cuando se detectaba grasa en los bordes de los vasos de vino. En el pasado la picaresca hacía de la similitud con el conejo o con la liebre que se sirviera en su lugar, este engaño medieval hizo que se volviera popular la expresión "dar gato por liebre".
Se indica además, que en algunas localidades de Perú, sobre todo entre la comunidad afroperuana, se suele hacer guisos con carne de gato, como por ejemplo los potajes que se dan en la fiesta en honor a Santa Efigenia, Patrona y Protectora del Arte Negro Peruano, en donde se celebra el Festival del Curruñau. La festividad se realiza cada septiembre, en la antigua hacienda La Quebrada, distrito de San Luís de Cañete, al sur de Lima.
Sin embargo, como lo comenta elsiglodetorreon.com.mx. los chinos y los coreanos quienes han tomado el relevo y degustan en sus domicilios la carne de gatuno aderezada con especias traídas de sus países, champiñones negros y otros acompañamientos.
Chinos y coreanos traen en sus barcos cargueros latas de caviar ruso adquiridas de contrabando en los mercados de Gdansk (la antigua Danzig), Sebastopol, Riga y otras localidades de la Europa del Este, y cambian un par de latas por un saco lleno de gatos.
Se agrega, que es difícil es entablar una conversación con los chinos sobre la forma de preparar los gatos, ya que se limitan a sonreír y admitir únicamente que, por tradición y costumbre, gatos y perros se consumen en su país.
De ahí el chiste malo que afirma que los chinos, de lo que corre sobre la tierra, tan sólo no se comen las locomotoras, mientras que del mar sólo se rechazan los submarinos.
Argel se ha convertido así en una ciudad sin gatos, lo que hace suponer que los roedores también se sienten a gusto y proliferan sin problemas, por lo que haría falta que aquí reapareciera el flautista de Hamelin.
Chinos y coreanos siguen cocinando gatos para su propio consumo, cuya carne, si no tiene cualidades afrodisíacas, sí parece que tiene otros méritos por ser una de las más exquisitas en el entorno asiático.
Sobre esta triste realidad, en pleno siglo XXI, animalpeoplenews.org. señala que las caras de perros y gatos en espera de ser comidos, en el mercado de Moran, en la afueras de Seúl, capital de Corea del Sur, es lo más doloroso que pueda imaginar un defensor de la fauna.
El silencio de los animales deshidratados y desesperados es algo imprevisto dentro del shock esperado. La mayoría de los perros pudieran ladrar, pero apenas lo hacen .
Solamente algunos dispersos animales de raza pura y un cachorro que intenta roer el extremo de una cuerda de nylon que se balancea, alimentan la esperanza de que algo pueda salir diferente.
Gatos atontados exhiben heridas sangrantes aparentemente debidas a golpes en la frente.
Los gallos sacan sus cuellos entre las barras de sus jaulas atestadas y en vez de cantar, lanzan sonidos apagados en su afán por respirar.
El mugriento mercado Moran comprende cuatro calles cortas, en las que puede observarse desde incómodas perreras pasadas de moda, cerca de la calle principal, hasta extremos de negligencia mostrados por los perturbados acaparadores de animales.
Entre los gatos, amontonados en pilas de hasta tres o cuatro, vivos entre muertos, una gata extenuada de calor, deshidratada y probablemente enferma, todavía intentaba confortar a sus gatitos en medio del hedor de conejos destripados después de la electrocución por cable o de un porrazo en la cabeza; de pollos pegajosos por su propio excremento en el interior de las jaulas; de pescados destripados en cubos; de caparazones de perros encima de las pequeñas jaulas con perros vivos; y del vapor que viene de las cazuelas con gatos que pudieron haber sido hervidos vivos, Kim Bartlett, la editora de ANIMAL PEOPLE, comenzó a llorar.
Mientras lloraba, captó una efímera mirada de condolencia de una mujer cuya exhibición espantosa había fotografiado. La foto era una de las 72 que Bartlett tomó el 19 de mayo del 2001, durante una visita de dos horas al mercado de Moran en compañía Merritt Clifton, redactor de ANIMAL PEOPLE; Kyenan Kum, fundador de International Aid for Korean Animáis (Ayuda Internacional para Animales Coreanos) y Tammy Kirkpatrick, especialista para el cuidado animal de la North Shore Animal League (Liga Animal de la Costa Norte).
Se indica además, que la cultura coreana considera a los carniceros de perros todavía más bajos que a las prostitutas", nos explicó Kyenan Kum. "Un padre no quisiera que su hijo o hija se incorporara este negocio".
Pero una vez atrapado en él, por nacimiento o por unión, continuó Kum, una persona puede sentirse incapaz escaparse. "Corea", dijo Kum, "como sociedad patriarcal, dicta que una mujer debe servir a su marido, incluso si éste trabaja en algo que la haga sentir avergonzada".
También se encontrarán rostros descarados, hostiles, desconcertados, curiosos e indiferentes entre los vendedores de Moran.
Mayormente, sin embargo, los transeúntes viraban las caras cuando los mercaderes de perros y gatos miraban hacia ellos en busca de apoyo durante las dos horas de fotografías. Incluso la gente que llegaba a comprar perros o gatos para la cena eran renuentes a revelar su propósito.. Los sospechosos de ser clientes pasaban lentamente una y otra vez, evitando el contacto visual. Parecía que nadie quería comprar, al menos mientras se sentían observados por nosotros.
Increíble pero cierto, que durante la campaña 1986-1991 para la legislación existente contra la carne de perro y gato, Brian Davies, fundador del International Fund for Animal Welfare (Fundación Internacional para el Bienestar Animal), estimó en 1988 que los coreanos del sur consumieron un millón perros y gatos durante el año, y que el estimado se elevó en 1991 a "más de dos millones de perros y millares de gatos".
A pesar de la legislación de 1991, los coreanos del sur comieron tres millones de perros por año alrededor del 1996, según David Derbyshire, corresponsal del London Daily Mail, que ni siquiera intentó estimar el consumo de gatos,
Se cree que el mercado de Moran vende la mitad del volumen total de perros y gatos para carne en el área de Seúl. Esta ciudad tiene cerca del 20% de la población total de Corea del Sur. Haciendo la matemática de diversas maneras e intentando tomar todas las variables estacionales en la cuenta, ANIMAL PEOPLE estimó, que aunque hay un margen considerable para el error, el número real de perros vendidos para carne está aproximadamente entre 1,1 y 1,3 millones, que significaría una declinación entre la mitad y dos tercios en el consumo de los últimos cinco a diez años. Los datos del mercado de Moran sugieren que el número de gatos matados por año puede estar cerca de los 100,000.
http://www.articuloz.com/gatos-articulos/el-consumo-de-la-carne-de-gato-1416827.html
Sobre el Autor
Ing. Industrial-administrador, abogado.EGADE (ITESM), UC, Universidad de Chile, Postgrados maestrías en Administración de empresas mención mercados, recursos humanos; Calidad y Productividad; educación
Doctorado en Educación
Profesor titular e investigador Area de Postgrado de Faces UC.
Coordinador Programa de postgrado gerencia de la calidad y productividad, Faces, UC
Consultor -asesor empresarial DEPROIMCA
www.entorno-empresarial.com
EXATEC
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