Así se divierten en las Islas Feroes ( ¿o feroces? )
Según parece en las Islas Feroes,(que pertenecen a dinamarca desde el año 1380,lo cual parece hasta mentira con la fama "tan buena " y de ecologistas que tienen los daneses...cada año,por primavera,(aprovechando que los pobres delfines calderones se acercan por curiosidad a la playa...)tienen una tradición o rito,de que al llegar a la mayoría de edad,han de demostrar su virilidad,asaeteando y torturando cruelmente a nuestros amigos los delfines,que inocentemente nos salen al paso para saludarnos.
La masacre comienza así: Estos animales,de por sí confiados,vienen en busca de aguas cálidas y alimento y se les divisa desde la playa,es ahí cuando estos "calígulas "aprovechan para hacer su particular "circo romano" La gente ( tan despreciable,ruin y ávidas de sangre como los matarifes...)entre las cuales se encuentran también niños de corta edad,futuros fascinerosos también, esperan para ver el horrible espectáculo,como si se tratase de un concierto de música...
Unas cuantas barcas con ¿"hombres"? van al paso unos metros para buscar a estos cetáceos,cuando los encuentran,dan la señal a los otros asesinos izando una bandera,lo cual significa que hay que estar alerta y comenzar a tirar piedras,con ésto,los animales se asustan.
El objetivo es acorralar a estos indefensos animales en la playa,avanzan los barcos a la vez que la manada nada en grupo sin tener otra opción,bajo la lluvia de pedradas.
Tras una o dos horas,los cetáceos ya exhaustos,acechados constantemente y la orilla cerca,los pobres animales embarrancan y gimen como un ser humano,sufriendo por no poder escapar,ya que se ha demostrado que estos animales tienen una gran capacidad de sufrimiento.
Ya estan preparados los depredadores humanos jóvenes,metidos hasta las rodillas en el agua,lanzándose tres o cuatro por animal,los atan y arrastran y al resistirse golpeando el agua con su cola hasta mojar a sus asesinos,pero éstos úultimos pueden más y como colofón final,les espera un verdugo con un mono de trabajo y botas de agua con un cuchillo,el cual cortará uno a uno el cuello de estos pobres animales como quien abre un melón o una sandía.
La sangre fluye constantemente hasta dejar la bahia teñida de rojo y dejando setenta cadáveres como "adorno" en la playa,sólo para realizarse en un plan soberbio como "hombres y dueños con bastante supremacía,sobre los demás animales que pueblan la tierra" y esto sigue año tras año desde hace otros mil.
Entre ellos se apoyan,diciendo que es para comer y que de esto viven y no exportan,que aprovechan la grasa,carne etc...( matanzas idénticas hacen en Asia ) pero hay mejores métodos para cazar,sin torturar,pero claro,para esta gente es otro cantar,ya que se sienten encima,muy orgullosos de lo que hacen,al igual que los toreros y gente pro-taurina que alegan que el toro muere con honor y en una fiesta nacional...
También se caza e incluso se mata para comer,por supuesto,pero hay otras maneras,como lo hacen en un matadero,donde se aplican unas descargas eléctricas que terminan con la vida del animal en segundos.
No soy partidaria tampoco de la matanza tradicional del cerdo y tampoco de la caza por amor al arte y con cepos etc...
matar para comer,de acuerdo,somos omnívoros,pero no torturar para divertirse y ufanarse en
el sufrimiento ajeno para acallar luego las conciencias diciendo: "lo hago para comer"
burda y crasa mentira...
y yo le preguntaría a esta gente : ¿ Os gustaría morir de esta forma,por un ejemplo,en un
circo romano devorado por leones u otro animal salvaje? ¿os gustaría que os metieran en una
piscina y ante las risas y divertimento de unos cuantos os arponearan y al final
arrastraran cortándóos el cuello como si fuérais una sandía?
NOs escandalizamos cuando escuchamos notícias sobre la muerte de alguna criatura o de saber
que "la matanza de texas " fué un hecho real protagonizado por un psicópata,pero la verdad
no sólo es psicópata el que tortura cruelmente,con saña a una persona,sino el que también
lo hace con un animal para sentirse seguro de si mismo y rey de la creación y no dejan de
ser unos miserables.
La verdad que me importa muy poco si alguno de ellos lo lee y me pone a parir,ya que las
palabras de un asesino odioso no me hace mella y aún menos me dá miedo.
Son monstruos no racionales ,cobardes y demoniacos,que psicológicamente apoyan su falacia
con la coletilla "es tradición" pero no dejan de ser unos psicópatas.
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El salto de la cabra:
Otra "tradición" que aunque menos cruel,ya que la cabra no termina reventada en el suelo,
sino que cae en una lona,el stress que se produce en el animal es horrible,según acreditados
veterinarios.
He aquí varias noticias sobre el mismo tema,juzguen ustedes mismos:
El Ayuntamiento de Manganeses de la Polvorosa (Zamora) publicará un bando municipal en el
que prohibirá el denominado «salto de la cabra», una tradición consistente en arrojar el
animal desde lo alto del campanario del pueblo para que caiga sobre una lona
El alcalde, Pedro Prieto Mielgo, manifestó a Efe que con esta iniciativa el Consistorio
pretende hacer cumplir la ley y evitar que el próximo 26 de enero los quintos de la
localidad cumplan con una polémica tradición que ha levantado las iras de colectivos y
asociaciones defensoras de los animales.
«COMO DECAPITADO»
El «salto de la cabra», del que se han hecho eco medios de comunicación de todo el mundo,
dejó de celebrarse hace dos años. Sin embargo, el pasado año de nuevo se llevó a cabo por
sorpresa, cuando las autoridades municipales intentaban celebrar a las afueras del pueblo
una carrera de cintas en sustitución de ese acto. Pedro Prieto Mielgo reconoció que todo
el pueblo «está como decapitado» al no poder cumplir con la tradición, pero agregó que,
como máxima autoridad municipal no puede permitir que se celebre y así se lo hará entender
a los vecinos.
Este año el Ayuntamiento de Manganeses aún no ha empezado a recibir las cartas que por
estas fechas comienzan a llegar de ciudadanos de distintos países solicitando que no cumpla
con la tradición. Además, el pasado año las misivas que se recibieron fueron todas ellas
de felicitación por haber puesto fin un año antes al «salto de la cabra». El festejo costó
al Ayuntamiento en 1999 una multa de 50.000 pesetas (300,51 euros) que le impuso la Junta
de Castilla y León por incumplir la normativa regional que regula el trato a los animales
en los festejos. La sanción económica, que se incrementará en caso de que se repita, se
basó en un informe que determinaba que la cabra sufría estrés en el polémico salto y por
lo tanto se consideraba como un maltrato al animal.
Las fórmulas alternativas propuestas, como la carrera de cintas o el lanzamiento de una
cabra disecada, no han tenido la aceptación deseada por parte de los quintos.
(tomado del diario abc)
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Lanzan una cabra desde el campanario de una iglesia en Zamora
El susto de Marcela
El animal salió este año ileso de la fiesta de Manganeses de la Polvorosa
MANGANESES DE LA POLVOROSA (ZAMORA).- Cogieron a Marcela y la subieron al campanario de la
iglesia del pueblo. «Que la tiren, que la tiren», gritaban muchos de los vecinos
concentrados a los pies de la parroquia. Y Marcela fue empujada, sin piedad, al vacío. Pero
logró sobrevivir al suceso. Miles de personas fueron testigos el sábado pasado de este
suceso.
Marcela es una cabra. Y además -y seguramente muy a su pesar- la estrella de fiestas
patronales de este año en Manganeses de la Polvorosa, un pueblo de Zamora.
En nombre de la tradición, los jóvenes de esta localidad que entran en quintas (los que
alcanzan la mayoría de edad) han de coger el día de San Vicente una cabra y lanzarla desde
el campanario de la iglesia. Este año le tocó a Marcela.
Los defensores de los derechos de los animales expresaron, un año más, su horror ante el
ritual que tiene como escenario este pueblo zamorano de 1.000 habitantes. Pero, también un
año más, los de Manganeses de la Polvorosa desoyeron a los ecologistas.
Y así, celebraron la fiesta que por esas tierras se conoce como el salto de la cabra. Cerca
de 3.000 personas, entre vecinos y turistas, abarrotaron el sábado por la tarde las
inmediaciones del campanario de la iglesia, entretenidos por bandas de música y charangas,
para presenciar el lanzamiento de Marcela desde lo alto.
Finalmente, tras numerosos gritos de «que la tiren, que la tiren» y cánticos de la conocida
pieza que comienza «la cabra, la cabra...» y algunos abucheos, Marcela apareció en lo alto
del campanario, escoltada por los quintos, esta vez, en su mayoría mujeres.
Los mozos y mozas del pueblo revivieron así la llamada tradición y arrojaron a Marcela
desde lo alto del campanario, sin ningún tipo de sujeción.
Porque otros años, la cabra fue bajada por un sistema de poleas y sujeción a la base de una
percha de acero, con un cuerpo de cuero amarrado a este artilugio, tras la dura pugna en
la que se vieron envueltos el pueblo y su tradición, el ex gobernador civil de Zamora,
Angel Gavilán, y los grupos de defensa de los animales de todo el mundo.
El ritual fue oficialmente prohibido en 1992 por el entonces gobernador de la provincia,
pero los aldeanos reaccionaron de forma tan violenta a un intento de la policía de
impedirlo que las autoridades se vieron obligadas a permitirlo.
Por suerte para la cabra, en esta ocasión los quintos que esperaban abajo con una lona para
recoger al animal no tuvieron problemas y la cabra, aunque lógicamente asustada, salió
ilesa del lanzamiento.
El alcalde de Manganeses, Demetrio Prieto, dice que está seguro de que ha cambiado la
opinión negativa ante esta modalidad de la fiesta de su pueblo, porque «la polémica ya se
ha acabado, y la cabra no es maltratada». Habría que preguntar a Marcela.
(tomado del periódico "El mundo" )
¿Origen religioso?
El origen de esta tradición tiene dos explicaciones: según el clero (en la época medieval ),
la cabra era un símbolo satánico, ya que al diablo se le reconoce por los cuernos y las
patas de cabra. El lanzamiento de este animal por el campanario de la iglesia representaba
así la expulsión del demonio.
Pero según la tradición popular, hace muchos años Manganeses de la Polvorosa era un pueblo
muy pobre. Para solucionar el problema y frenar el hambre se les ofreció un pequeño rebaño
de cabras. Éste se guardaba en la casa del cura y un día las cabras se escaparon y
subieron a lo alto de la torre de la iglesia. Todo el pueblo salió para intentar bajar las
cabras porque si caían y morían volverían a la miseria. Para evitar esto, las gentes del
pueblo cogieron mantas para que las cabras cayeran en ellas y no se lesionasen.
La cabra de Manganeses de la Polvorosa (Zamora) se libró de ser arrojada desde el
campanario. También tiene más derechos la pava de Cazalilla (Jaén) que el toro. “Si es
sancionable tirar a una pava desde un campanario, pero no una “becerrada” en la que pueden
matar al becerrito clavándole espadas, se debe a que en el primer caso existen leyes
específicas prohibitorias. El segundo, al ser un espectáculo taurino, está regulado por sus
propias normativas, nacionales y autonómicas, que lo convierten en legal, aunque sea
éticamente reprobable”, explican en ANPBA.
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El toro “embolao”
Se trata de un festejo que se celebra en más de 130 pueblos de Castilla y León, Comunidad
Valenciana, en especial en la provincia de Castellón, así como también en Aragón (Teruel)
o Cataluña (varios pueblos de la comarca catalana del Delta del Ebro).
Embolar a un toro consiste en colocar sobre su cabeza, exactamente sobre los cuernos, un
antiguo artilugio metálico de gran peso en donde se instalan unas bolas de material
inflamable a las que se les prende fuego (en algunos casos y para evitar quemaduras graves
se unta al animal con barro, que mientras permanezca mojado le protegerá). Una vez prendido,
se dirige al animal hacia un recorrido hecho a base de maderas. Para hacer que el festejo
sea más espectacular, se realiza por la noche.
Origen militar
El origen de esta tradición se remonta a una estrategia desarrollada por Jaime I el
Conquistador en su afán por conquistar Sagunto, de dominio árabe.
Según la historia, las tropas del rey ocupaban la orilla izquierda del río Mijares y para
desalojar a los moros que dominaban la otra orilla se les ocurrió colocar haces de leña
prendida en la testuz de una manada de toros bravos.
Es el rito popular más extendido después de los encierros y las vaquillas de borrachos. En
el País Vasco, Madrid y Castilla La Mancha, entre otras comunidades, están prohibidos por
crueles.
Un camión se tambalea al compás de un ruido tremebundo. Parece como si en su
interior una bestia prehistórica pelease por salir.
El camión entra en la plaza de Sant Carlos de la Rápita (Tarragona). Los mozos se
arremolinan alrededor de una cuerda que enlaza el vehículo con un pilón de madera sujeto
al suelo. Y así surge la bestia negra, disparada, excitada, un proyectil de sombras. La
cuerda lo sujeta por el cuello. Es lanzado de frente contra el pilón. El animal, de
alrededor de 500 kilos, lucha. Los mozos lo inmovilizan con la fuerza del grupo. Le
instalan un artilugio metálico (de unos 50 centímetros de largo) en las astas. Gritos,
alerta, uno de ellos lo coge por el rabo, el otro prende fuego a las mechas impregnadas de
sustancias inflamables, cortan la cuerda… y todos corren hacia las jaulas. La bestia de
fuego ha sido al fin liberada, como en una pesadilla medieval.
Según la localidad recibe un nombre: embolado, toro de fuego, o de ronda, como en Aragón.
Sólo en Tarragona y la Comunidad Valenciana se celebrarán centenares de ritos estos meses.
En cada pueblo, de uno a tres espectáculos al día. Existen dos modalidades: o en la plaza,
o en calles, como un encierro. Es en Valencia y Castellón (provincia que contiene un mayor
número) en donde afirman que son más exigentes con el animal. El grupo de emboladores de
Amposta, campeones nacionales de esta modalidad, han llegado a hacer hasta siete emboladas
en una noche.
Participan en concursos y exhibiciones. Y acuden hasta Valladolid, en donde gracias a las
leyes de protección animal, “la embolada consiste en instalarle unas bombillas”, aseguran.
Su record está en realizar el procedimiento en 6’51 segundos. “Nosotros somos los
principales defensores de las fiestas. Sé que estos animales no padecen ni física ni
psicológicamente, el reglamento cambió hace unos años y ahora las bolas no gotean como
ocurría antes, puedes comprobarlo, si pasas la mano, no te quemas”, explica Enrique Morales
, jefe de cuadrilla.
El toro es como una antorcha móvil. Un aderezo pirotécnico lo deja confuso al sentir como
de golpe la lluvia de chispas surge de sus cuernos. Son segundos de conmoción. Y entonces
empiezan las carreras, los juegos, y la provocación. El público incita a los mozos para que
hagan espectáculo. “Ves, ya se ha helado, ahora se quedará quieto y no correrá el animal”,
espeta una mujer. “Mira que bien adornado va”, le dice un hombre de mediana edad a un niño.
“En el fondo lo que están haciendo es que un animal no preparado sufra un poderoso impacto,
esto no es como una carrera de galgos, piensa que sólo con el impacto en el pilón,
colocarle los armazones y encender las bolas le provocan gran sufrimiento”, explica el
veterinario José Enrique Zaldívar.
Sin embargo, nadie parece que vea este sufrimiento. El toro corre tras los jóvenes. Quema
la pantorrilla de los que se suben a las tarimas. Todo dura unos 20 minutos. Y regresa
entonces tras el toro manso al corral. Hay casos denunciados de astas rotas, de simples
vaquillas emboladas, y vídeos en los que se ve como sufre quemaduras, según los ecologistas
. Dependerá siempre de la pericia de los emboladores. Dependerá de la suerte de un animal
que como el humano no se adapta al infierno.
Al calor de la Barbarie
Pese a las leyes de protección animal, los toros siguen siendo víctimas de la tradición en
miles de festejos populares
Los toros embolaos o de fuego son una costumbre muy arraigada en Levante y Andalucía.
Cuentan que sufren, que padecen estrés, que sienten en una maraña de confusión, abducidos,
secuestrados de su medio, perdidos en una verbena de adrenalina. Dicen que es tradición,
que se vela por su integridad, que hablamos de la raíz, del ser español, valenciano,
castellano…
Llega el verano, y España explota en fiestas, patrocinio y vírgenes de devoción. Charangas
y litros de alcohol. Y todo, vertebrado con el uso de animales como fuente de diversión y
atracción turística. Animales usados en variopintos espectáculos. Seres, toros y becerros,
a los que se les llena las astas de fuego, se les cubre el cuerpo de dardos, se los
lancea hasta la muerte o se los tira al agua.
Si bien es cierto que los eventos con animales domésticos (gansos, cabras, gallos, carneros
…) están siendo erradicados por las leyes de protección animal autonómicas, el toro sigue
siendo el gran damnificado por la excepción histórica de la Fiesta Nacional. Unos 60.000
bovinos sufren nuestra diversión al año, según la Asociación Nacional para la Protección y
el Bienestar de los Animales (ANPBA).Los festejos populares que incluyen algún toro en su
cartel crecen en agosto y septiembre, según el Ministerio del Interior. En 2007, se
contabilizaron hasta 4.111.
17 reglamentaciones
Cada comunidad tiene su reglamentación. En total, 17 reinos de taifas para el designio
animal. “Los festejos con toros están muy intervenidos. Por ley, debe haber un delegado
gubernativo, miembro de la Policía, y un delegado taurino, director de lidia, para
comprobarlo. Además, se piden informes del veterinario”, explican en la Asociación Nacional
de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET).
Para los grupos animalistas ningún ser debería ser usado para la diversión humana. Pero la
tradición responde alzando muros, diciendo aquí nos quedamos. Un ejemplo fue la
manifestación del PACMA (Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal) en Amposta
(Tarragona) el pasado 12 de julio, y la reacción contraria de algunos ampostinos. Los
primeros querían presionar para que se prohibieran las fiestas de los bous (toros) en una
Catalunya que se autoproclama antitaurina.
Sólo en Levante se celebra más de un centenar de toros de fuego (embolados), un
espectáculo que en la Comunidad de Madrid y el País Vasco está prohibido.
Las bestias negras
En Castilla y León se encuentran tres de las bestias negras: El Toro de la Vega de
Tordesillas (Valladolid), el Enmaromado de Benavente (Zamora) y el Toro de Júbilo de
Medinaceli (Soria). En Coria (Cáceres) está el Toro de San Juan. Son algunos de los ritos
más ancestrales.
El resto de espectáculos atípicos sangrientos de Castilla y León, por ejemplo, están siendo
erradicados, “porque no cumplían con el requisito de una tradición continuada de 200 años”
, explica Gustavo Antich, portavoz de ANPBA. En estos festejos (exceptuando aquellos en que
se agrede directamente al animal), el sufrimiento es sobre todo psíquico.
“El toro es un animal herbívoro, pacífico, no depredador, acostumbrado a estar con su
manada. Pero es arrancado hacia un ambiente desconocido, no puede adaptarse, las mediciones
de cortisol (hormona utilizada para medir el estrés) pueden sobrepasar 12 ó 15 veces su
valor normal”, explica el veterinario José Enrique Zaldívar. Existen casos documentados de
infartos y paradas cardiorrespiratorias.
Pero hay otros estudios, como el de Juan Carlos Illera, director del departamento de
Fisiología animal de la Universidad Complutense de Madrid, en los que se afirma que el toro
tiene una gran capacidad para superar el dolor en un 90% de los casos. “Los espectáculos
con toros están datados desde el siglo XVI, son los que dieron origen a las corridas”,
explica el portavoz de la Mesa del Toro, Eduardo Martín-Peñato.
Un toro que se muerde la cola. Los festejos ancestrales dieron paso a la corrida moderna.
Y la corrida moderna protege a las tradiciones. Aunque, como alega Arturo Pérez, de
ACTYMA (Asociación Contra la Tortura y el Maltrato Animal): “¿Qué más me da morir en una
plaza o lleno de dardos?”.
¿Hay derecho a estas torturas? creo que no...
Yo me pregunto...¿para divertirse hay que hacer sufrir,mofarse,regodearse y torturar a un
ser vivo,en estos casos,animales?
No me importan los comentarios adversos.Considero como persona con conciencia,que no me
hace falta para sentirme más digna,segura de mi misma y superior,el tener que maltratar al
más débil.
Mi sincera condena a estas tradiciones y "personajes" que gozan con ellas sería la de
hacerles sentir en idénticas condiciones lo que siente ese animal estresado,torturado tanto
psicológicamente como fisicamente.
Ya se sabe que hay gente,como el caso de una tertuliana que tienen el el programa de
"Buenafuente" de la sexta,que ridiculizó a todas las personas que poseemos mascotas,
diciendo en poca palabras,que éramos unos imbéciles por hablar con nuestras mascotas o
llevarlos al psicólogo,ya que los animales,según ella,ni nos entienden ni saben lo que es
el stress,a lo que yo le contestaría también que quizá puede ser porque ella no es un
animal,sino un híbrido de gallina-burra pero de las malas.
En resumen:Todo aquel que infrinja maltrato animal,no tiene perdón ni excusa,ya que sólo es
un gran miserable.
No podré entender nunca ciertas tradiciones,en las que haya que haber una víctima receptora
de mofas,sufrimientos,stress u otras torturas psiquicas o físicas.
Me considero una persona,modestia aparte,inteligente y sensible en cuanto a la justicia y
contraria al maltrato de cualquier clase por parte de gente ávida de sangre y maldad.
Se ha criticado mucho a personajes históricos como a :Nerón,Calígula y más cercanos: Hitler
y los suyos,Franco,etc....pero acaso la gente (que suelen ser los que más critican a
estas personas ) que les gustan estas "fiestas" son mejores que estos políticos y
emperadores? (es sabido el amor de Calígula por su caballo Incitatus,el de Hitler por su
perrita...etc)
Los romanos eran sanguinarios en un tiempo,de ahí esos emperadores-monstruos y de políticos
más cercanos se podría decir que no fueron santos,pero ellos al menos,amaron a sus mascotas,
algo decente tenían,cosa que no tienen ahora la gente que matan por matar,tanto animales
como a seres indefensos,como ancianos,niños...abortos...
Luchemos porque este salvajismo sea penado y prohibido.¡ Hagamos de las próximas
generaciones "seres humanos con conciencia " no monstruos violentos sedientos de sadismo!
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